DQ: «Estoy obsesionado con los Juegos de Tokio»
El karateca Damián Quintero, subcampeón mundial de kata, se confiesa «obsesionado con los Juegos de Tokio 2020», cita en la que su deporte debutará como disciplina olímpica.
«Ya dejé un trabajo, he rechazado otras ofertas, he sacrificado muchas cosas en lo profesional y en lo familiar, pero es que me obsesionan los Juegos», aseguró Quintero en una visita a Efe, en la que mostró sus dudas sobre su continuidad en la modalidad de equipos, en la que ganó el bronce en los recientes Mundiales de Linz (Austria) pero que no será olímpica.
«Mi idea es hablarlo con la federación, con el director técnico y con mis compañeros de equipo. Se me ha pasado por la cabeza dejar el equipo, pero no es una decisión que pueda tomar yo solo. Me gustaría centrarme sobre todo en la competición individual para llegar lo mejor posible primero a la clasificación para los Juegos y, luego, a Tokio», afirmó.
Quintero, de 32 años, señaló que en los Mundiales de Linz, los primeros disputados con el kárate como deporte olímpico, «había mucho interés por saber cómo iba a llegar la gente y se vio mayor nivel que nunca, tanto en kata como en kumite, con países muy fuertes que antes era inimaginable que estuvieran ahí, como China».
El karateca malagueño perdió la final individual por 5-0 ante el japonés Ryo Kiyuna, que defendía el título.
«Ante los japoneses, no sales habiendo perdido pero sabes que ellos tienen un plus ante los jueces solo por ser japoneses. Evidentemente son buenísimos, pero yo estoy convencido de que se les puede ganar, incluso en una final», afirmó.
El karateka Damián Quintero, subcampeón mundial de kata, posa durante la entrevista. EFE
«Hice un buen papel en la final, pero sé que podría haberlo hecho mejor. Iba muy concentrado al salir al tatami. La estrategia era empezar bien parado, fuerte, y meter mucha caña en la segunda parte del kata. En Europa se trabaja físicamente mejor, en Asia son más técnicos y tienen un plus de naturalidad que a nosotros nos falta. Pero en el primer movimiento se me escapó la concentración absoluta», lamentó Quintero.
Su kata en la final fue el ‘chatanyara kushanku’, «más complicado» que el del japonés. «Perdí 5-0, pero quizá con otro panel de jueces podría haber ganado 3-2», indicó.
«La Federación Mundial», opinó, «debería cambiar algo de cara a los Juegos Olímpicos, para evitar al máximo la subjetividad en los jueces. En kumite se utiliza la revisión en vídeo, en kata no hay margen para reclamar. Sé que están estudiando alguna medida», añadió.
Hasta el año 2001 se empleó en kata sistema de puntuación a tres rondas, con los ocho mejores enfrentados en la final. La eliminación directa que se emplea ahora «es más dura para el competidor, pero más atractiva para el público».
Damián Quintero trabaja con el mismo maestro personal, Miguel Ángel López, desde hace 18 años, en su gimnasio del barrio madrileño de Carabanchel. Quintero se paga la inscripción y participa tres días a la semana «en las clases normales de grupo, como uno más». Otros dos días los dedica a la preparación física, también con un preparador a su cargo, en el CAR de Madrid, donde no tiene «ni entrenador ni seguimiento». Reside en la Blume desde hace 15 años, en este caso sí gracias a una beca.
«Parece que la federación quiere mejorar estas condiciones. Vamos a ver qué pasa. Es esencial que podamos entrenar en el CAR a diario, en doble o triple sesión, y que la federación se vuelque con los que de verdad pueden llegar», afirmó.
Con solo diez plazas disponibles para Tokio 2020, Quintero cree que «lo más justo sería que fueran a los Juegos los diez primeros del ránking mundial, que es el que refleja la regularidad».
«El problema es que nosotros sabemos que vamos a ir a Europeos y Mundiales, pero si no salimos al circuito mundial estaremos vendidos», advirtió.
Como puede ocurrir «que de los diez primeros de ránking, ocho sean europeos», entiende que el COI busque más universalidad combinando la clasificación por ránking con un torneo preolímpico y con cuotas continentales.
Como novedad en su preparación para los Juegos, Quintero comenzará en enero a trabajar con el psicólogo Pablo del Río. Estima que en el kárate, pero en kata más aún que en kumite, «es fundamental la concentración, la actitud, el juego de miradas».
El karateka Damián Quintero, subcampeón mundial de kata, durante la entrevista. EFE
«Hay contrarios que cuando se cruzan contigo no te aguantan la mirada y ya sabes que vas a ganarles», comentó.
Tras competir hasta el año pasado para un club de Dubai, con el que se reunirá el próximo mes para negociar un nuevo contrato, Quintero también espera encontrar ayuda para sus viajes y entrenadores renovando los acuerdos con sus patrocinadores personales y firmando otro con el ayuntamiento de Málaga, a la espera de un Plan ADO en el que los karatecas no saben si podrán entrar de inicio, al ser nuevo deporte olímpico, o solo a partir de 2018.
Ingeniero técnico aeronáutico, Quintero entró a trabajar en 2011 en la firma Athos con una beca que pronto se convirtió en un contrato indefinido. Pese a las facilidades que la empresa le dio para continuar con su carrera deportiva, la preparación de los Mundiales se hizo tan exigente que en septiembre de 2015 solicitó una excedencia, que ahora desea prolongar para centrarse en los Juegos Olímpicos.
Mientras tanto, sigue a distancia un Máster de dirección y gestión de entidades deportivas, becado por la UNAM.
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